Desde principiantes a músicos profesionales.

Relajación: De importancia fundamental es la liberación de la tensión y la postura correcta. Evitar la retención del peso y lograr la máxima comodidad. Con mayor seguridad y confianza, el dominio se vuelve más fácil.

Técnica: Desarrollo de todos los elementos involucrados en el control del instrumento: mecánicos, rítmicos, dinámicos y tonales. Diferentes posiciones de la mano y uso del resto del cuerpo. Ejercicios complementarios fuera del piano.

Expresión: Interpretación musical. Posibilidades de fraseo. Cómo generar diferentes emociones. Improvisación. Incorporación de un sentido creativo. Fluidez y armonía.

Grabación: Para tu propio disfrute y para compartir con otros. Para mejorar. Para aprender a escucharse. Preparación de demos, grabaciones y competencias.

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Clases de improvisación
Para todos los instrumentos. No importa qué instrumento toques, el nivel técnico, estilo o género de preferencia.

Trabajar en los 3 pilares: melodía, ritmo, armonía. El papel central del oído relativo.

Combinar musicalidad con desarrollo técnico. Integrar e incorporar  errores de manera orgánica con fluidez.

Enfoque en diferentes aspectos como: expresión, fluidez, estructura, coherencia, secciones, texturas, efectos, contrastes y estados de ánimo.

Econtrar tu propio estilo: Ganar confianza y tocar con convicción.

Clases individuales y grupales.